Quisiera que alguien tuviera el valor, o tal vez no sea tan lastimero, y diga alto y claro LA MATERNIDAD ES DURA!
Si, estoy de acuerdo en que un hijo sonriéndote te llena de amor pero, también están los llantos, las pataletas, las noches de insomnio, las luchas con la lactancia o la comida, la falta de tiempo para ti, el sentimiento de culpabilidad continuo apenas te alejas cinco minutos del bebe, etc, que te dejan exhausta y aterrorizada preguntándote: En que me he metido?? Puedo con esto?? Y uno quisiera poder compartir estos sentimientos sin que la otra persona levante una ceja y te cuestione por estar llena de dudas y sentirte abrumada en tu papel de madre.
Es como si el mundo entero esperara y asumiera que una vez que eres madre estás tan realizada que es inhumano que digas que extrañas el tiempo para ti o que hay veces que quisieras perderte por tres días y dormir y no hacer nada y no sentirte culpable por ello… Si, la maternidad es bella pero también es agotadora. Y si para colmo eres una persona como yo, intensa en todos los proyectos en los que me meto, la maternidad no me la tomo a medias, me meto hasta el fondo en ello, aunque a veces me sienta literalmente hasta el cuello.
Otra cosa que descubrí, que nadie te comenta porque tampoco está bien visto reconocerlo, es que no me sentí que explotaba de amor en cuanto tuve a mi hija. El amor por el hijo es gradual, al principio sentí admiración y fascinación por ese ser vivo que se había hecho dentro de mí y ahora estaba afuera. Por sobre todo sentí mucha responsabilidad. Yo me metí en esto queriéndolo y ahora quería hacerlo bien. Agradezco inmensamente a la persona que en privado, cerca del parto, me dijo, “yo no sentí que me moría de amor apenas vi a mi hijo como te lo venden en las películas y mayoría de las madres, a mi me vino poco a poco”. Le agradezco porque esa es una pregunta que cae a menudo “¿no sentiste un amor increíble apenas la viste? ¿no sentiste morir de amor?” pues no, ya lo dije, estaba fascinada y al mismo tiempo muerta pero del pánico y la responsabilidad y me hubiera gustado que alguien me hablara más de que las cosas podían ser así y que está bien sentirse así.
Una chica que conozco estaba por dar a luz a los pocos días, hablé con ella rápido al saludarla y no recuerdo lo que le dije. Meses más tarde la encontré y me dijo: “!recuerdo tanto tus palabras!, me dijiste que al final uno está que quiere terminar el embarazo ya, pero que cuando nace es que realmente viene la parte difícil”.
Ahora, más de dos años más tarde, cuando sí conozco ese amor indescriptible que hasta duele, puedo mirar atrás y decir con certeza, sin dudas ni importarme si me cuestionan, LA MATERNIDAD ES DURA, MUY DURA! Pero la naturaleza es sabia, y cuando tu hija va creciendo va borrando de tu memoria esos tiempos, los más duros, y así tu amor crece, te embriagas de sonrisas recordando todos esos primeros momentos de cada cosa y antes de que te des cuenta te estás embarcando de nuevo en la tarea de ser madre… Así es como ya tengo cinco meses de mi nuevo embarazo y estoy ilusionada, pero sin perder el norte de que voy a sentirme desesperada y abrumada en muchos momentos y eso, también está bien!
Amén sea dicho…siempre lo pensé…incluso en voz alta…todas te dicen «te cambia la vida» ….pero nadie te dice de que forma…el mundo se pone de cabeza.
Hola Diana
Sí, la maternidad es bella pero hay que reconocer que es dura y que no amamos menos a nuestros hijos por el hecho de encerrarnos en el baño un día a preguntarnos «¡Que hice!»
Tu vida ya no es tu vida, como todo es un proceso y si la vida es como un baile uno aprender a bailar con ella pero es otro baile al que conociamos y es dificil porque no hay profesor ni clase que se las sepa todas
gracias por escribir, un abrazo, p.-