Soy cristiana, católica y ¡con orgullo! Para mí ayer fue un día de fiesta y celebración ¡estrenamos Papa! Lo vi por la televisión y me ericé toda, casi se me saltaron las lágrimas de la emoción y cuando salió al balcón me nació pararme como un resorte a rendirle mis respetos. “Mar, párate que este es el nuevo Papa” a lo que mi hija me contestó “Mami yo ya estoy parada –para mí que estuviera a la pata coja sobre una silla no era lo mismo, pero no quise entrar en discusiones- quiero poner mi canal de Disney Junior y ¿Qué es un Papa?” Tiene cuatro años así que lo dejamos en “el jefe de los curas” y que se parara bien en el suelo.
El papa Francisco me cayó bien desde el primer momento -¡Che! Qué le vamos a hacer, que fuera latinoamericano ya me influyó un montón, y es que los latinos tenemos nuestra onda-. Por encima de todo, para mí, es el representante y embajador del legado de Jesús y su mandamiento “Amad a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” -podré discrepar en otras normativas posteriores de la Iglesia pero considero que esta es nuestra esencia-.
Lo primero que pensé “Que Dios le de sabiduría y fuerzas para guiar y unir a nuestra Iglesia en estos momentos de tantos retos y pruebas, ¡protégenoslo Diosito!”
No son pocos los retos que enfrentará el papa Francisco como cabeza de la Iglesia Católica: tratar de recuperar a los católicos que se han esparcido en otras iglesias cristianas o simplemente abandonado la religión, mantener la unidad entre todos los cristianos, reformar la curia y el sistema organizacional de la Iglesia, enfrentar con objetividad y firmeza a los involucrados en los escándalos de abusos sexuales, reforzar la evangelización, llegarle a los jóvenes y enfrentarse a un mundo que cambia continuamente a una velocidad vertiginosa.
Estoy muy contenta con este nuevo Papa que aun huele a nuevo (por lo del título porque dista bastante de ser un muchachito), de entrada se le ha visto humildad y sentido del humor, lo que hace que uno sienta mayor conexión con él. Me han dado ganas de retomar tantas prácticas católicas que he ido dejando a un lado por la vorágine del día a día, ¡ojalá nos esté pasando a todos igual! Me ilusiona la entrada a esta nueva etapa y nuevo papado, que Dios nos guíe y proteja a todos, y que el papa Francisco le de un nuevo brillo y unión al catolicismo ligado a Jesús, sus enseñanzas y nuestra esencia.