Como valoro mucho el tiempo que dejo de hacer otra cosa -como dormir- para leer, le dedico más tiempo a la elección de los libros que compro y debo reconocer que, últimamente, me dirijo más a:
1) Autores que ya conozco
2) Premios editoriales (que otros -un jurado- hagan la selección por mí)
3) Libros que vayan más allá de la cuarta edición (aunque aquí me choque con babosadas como las de «cincuenta sombras de grey: mi gran no recomiendo» cuya reseña en este blog tuvo muy buena acogida aún cuando le di plomo parejo).
El Invierno del Mundo (Kent Follet)
Hace un tiempo les hablaba de lo recomendable que encontré «La Caída de los Gigantes«, pues esta vez les digo que su segunda parte «El Invierno del Mundo« es igualmente fascinante. Con su estilo, que te atrapa y te lleva a galope, Kent Follet es un genio en la historia novelada. Con estos libros he aprendido más de la Primera y Segunda Guerra Mundial que con todos los años de escolaridad y, por supuesto, de una manera mucho más amena.
Hilvana la historia de cinco familias y sus descendencias consiguiendo dar un punto de vista de los conflictos según lo vivió cada parte y país. Así, a través de una familia inglesa, una alemana, una rusa y otra estadounidense te pone a vivir las turbulencias políticas y sociales que llevaron a estas guerras y cambiaron a Europa -y al mundo- para siempre.
Sí bien encontré más fascinante la primera entrega, les recomiendo confiada esta trilogía (aunque aun no sé de la tercera parte) llamada «The Century« de Kent Follet.
La Felicidad Es Un Té Contigo (Mamen Sánchez)
Hummmm…. a ver con este libro… Este es un recomiendo no como literatura sino como para pasar un rato entretenido. Es bien light pero, qué quieren que les diga, es divertido y, a veces, uno quiere eso: simplemente pasarla bien y entretenerse sin mayores pretensiones. Mi expectativa era bajísima porque como lo veo tan publicitado por el ¡HOLA! esperaba algo peor, algo tipo «mucha-bulla-y-poca-nueces-en-libro-de-la-niña-bien-con-muchos-contactos«. La historia de estas cuatro mujeres es narrada en un leguaje de lo más coloquial español y a mí me hizo mucha gracia -puede ser por la añoranza de esas expresiones-, aunque en la novela me gustó más el camino que el final. Me recordó a «Mujeres al borde de una ataque de nervios» de Almodovar, donde las situaciones son improbables hasta el absurdo pero sigue siendo cómica. A estas alturas de mi vida paso olímpicamente de lo que se considere «intelectual».
El que busque literatura solamente enriquecedora que pase. Para el que quiera entretenerse un rato esta es una buena opción.