Se acabaron las vacaciones de Mar y eso representa la vuelta a una rutina y una estabilidad en la casa de lo más cómoda y saludable para todos. Abordo hoy los temas que se relacionan a como llevamos nosotros esta nueva etapa, ya que desde diciembre la búsqueda de planes para mi hija durante ese período era el día a día. Que si veranito del Valle, si clases diarias de natación y parque, tardes en casa de amigos, amigos en la casa, más parque, pintar en Color me mine…. Etc, etc, etc… Se agradece un poco de organización….
Ahora tengo tiempo de estar con ambas tempranito en la mañana, desayunamos, bajamos las tres a esperar el bus de Mar, Ana me ronda mientras me alisto y salgo de la casa antes de la 9 de la mañana. Es impresionante ¡¡lo que me cunde la mañana!
En estos momentos mi hija pasa por la adaptación a una nueva escuelita, más grande y estructurada que la anterior, un preámbulo para lo que es una escuela regular, y lo está disfrutando mucho. Pero hay que tener ciertos puntos en mente.
TOMANDO MEDIDAS CONTRA LOS PIOJOS: Primero que todo, para no tener que pelear de nuevo con los piojos que la invadieron el año pasado y me sacaron canas verdes a mí, todas las mañanas sale para el colegio con su colonia Menen en el pelo. Qué si funciona, no estoy segura pero, una madre de Venezuela me dijo que allá se la conoce porque ayuda a repeler a los piojos y otra madre mexicana, en otra ocasión, me dijo lo mismo referente a en su país. Así que yo me fiaré de que sea verdad y ahí se va perfumada, no es mi aroma favorito pero no esta mal y, si es cierto ¡vale la pena cada gota!
LAS MERIENDAS: Hay que ponerle atención a la lonchera, para que no termine con lo mismo siempre, le tengo unos menucitos que voy variando.
– Medio sándwich de jamón y queso. Leche
– Galletitas saladas con queso y un quesito de “la vaca que ríe” adicional. Jugo
– Un yogurt. Agua
– Un pancake. Leche
– Palitroques y quesito de “la vaca que ríe”. Leche
– Cajita de Cheerios. Leche
– Un día a la semana galletas de vainilla, pececitos, o, muy ocasionalmente, una bolsa de papitas o doritos. Jugo
¿Cómo? ¿Que qué pasó con las frutas? Pues bien, la cruda realidad es que no quiere ni saber de ellas. Me dijo que cuando cumpla 5 años comerá frutas, lo cual, dentro de su cabeza y su concepto del tiempo es algo así como que ¡jamás!.
EL RECHAZO: Luego viene explicarle con cariño y sin darle importancia trascendental que, habrá niños que no quieran jugar con ella, como a algunos no les guste sus trabajitos y, eso, no está mal. No es personal. Así como a ella le gusta jugar con unos niños y otros no le llaman la atención, lo mismo le pasa a los demás. Hay que aceptar esas situaciones como algo que puede pasar y que no tiene que ver con ella en particular sino que a veces es así (nadie es un millón de dólares para caerle bien a todo el mundo). Espero poder trasmitirle bien eso, para que pueda lidiar con el rechazo al que seguro, en algún momento, se encontrará. Cuando ocurra no le será indiferente, como no lo es para nadie, pero quisiera que lo pudiera aceptar, aunque sea con medio pucheros, como algo que ocurre y ni modo, no es el fin del mundo, habrá otros niños que jugarán con ella y otras personas a las que les guste lo que hace y, por encima de todo, estaremos sus padres para escucharle como se siente, ayudarla a darle a las cosas su justa magnitud y reforzarle que es una niña muy querida.
BULLYING: Sobre el bullying tengo que instruirme bien yo primero, por un lado y desde ya, trabajo con ella sobre la aceptación y la empatía, de modo que no sea ella la que llegue a ejercerlo y segundo, tengo que ver como hacer si se encuentra en un caso de “ser la victima”. Tengo que absorber bien como ayudarle a enfrentarlo por ella y por mí, ya que mi primer instinto va a ser… ¡matar lentamente al chiquillo de marras!
Recuerdo que cuando éramos pequeñas y estábamos en la escuela había una niña que le tiraba del pelo a mi hermana Caroline, que tendría unos diez u once años. La niña era como un año mayor y siempre iba acompañada de otra amiga que le reía la gracia así que Caroline se sentía cohibida y acosada. Una vez, subiendo las escaleras con el timbre de entrada, yo iba varios escalones más abajo y, entre el apiñamiento de gente, la chica ésta quedó entre mi hermana y yo (como no nos parecemos mucho ni sabría que yo era la hermana) y ahí fue y le tiró del pelo muerta de la risa con la amiga. No había subido un escalón más cuando yo la agarré por atrás, con todo su pelo de la nuca en un puño, y la levanté su par de centímetros del piso, hablándole bien pegadito al oído le dije “una vez más y te vas a enterar, ¿está claro?”. Ella quedó lívida como un fantasma y la amiga tragó saliva con los ojos cuadrados. Hasta ahí le llegó bulling, no hay nada como chupar de la propia medicina.
Sí, ya se, hay que aprender a lidiar sin que la hermana mayor amenace con repartir tortazos a los cuatro vientos (aunque para eso estamos las hermanas, a mis hermanas que ni me las toquen), también hoy en día hay más cultura y conciencia en contra de las practicas de acoso y las mismas escuelas están tomando medidas. Pero más allá de lo que haga el colegio, que suele meterse cuando ya es demasiado obvio, es importante preparar a los niños. Por ahora trabajo constantemente en tener comunicación con mi hija, qué me cuente del colegio cuando llega, qué me cuente aun más, y del parque, cuando se acuesta y la guío con preguntas directas sobre con quién juega en la escuela, quién le parece simpático y si alguien no, qué fue lo que más le gustó del día y qué menos, etc. Porque a la pregunta de ¿cómo te fue en la escuela? Todos contestan un seco “bien” que no refleja para nada su día.
DESPUES DE LA ESCUELA ¿QUÉ MÁS? Cuando llega, con sus pelos descontrolados y cara de agotamiento, almuerza y le permito ver tele hasta las 2pm. Se desparrama sobre el sofá y se descansa un rato viendo “Los imaginadores”, de ahí sabe que tiene que apagar el televisor e ir a jugar o pintar a su cuarto porque a las 4, bien tiene natación y, si no, ballet. Luego parque, parque, y parque, hasta que el clima nos lo permita. Hoy día los niños tiene agenda, igual que un adulto, trato de que no esté sobrecargada porque no es cuestión de traerlos con la lengua afuera ni con estrés infantil pero, sí creo que hay que brindarles estímulos y actividades variadas que disfruten. El ocio es la madre de todos los vicios y la televisión el “rellena espacios” por excelencia, por tanto, mantener a los chicos activos es lo más sano. A las 8pm cae como una piedra, pero una piedra feliz…