¡Tremendo plan de vacaciones familiares! Este año nos fuimos todos, toditos, todos con mi padre a vacacionar y, entre agendas y gustos, no fue moco de pavo organizar el paseo pero nos quedó de película. El meollo comenzó cuando subimos al Crucero de Disney «Disney Dreams» el 13 de julio.
Viajar en crucero es muuuy cómodo, y con niños todavía más, como los caracoles ¡la casa va contigo! y te instalas y desempacas una sola vez mientras visitas diferentes destinos. Así que la típica, subiendo y haciendo lo rutinario de cualquier crucero: chismear que tiene el barco y visitar la cafetería. El mundo Disney estaba por revelarse…
Ahora bien, por prioridades, el 13 de julio se jugaba la Final de la Copa Mundo de Fútbol y, como todo el que me tenga en Facebook sabe, eso yo me lo he tomado muy, pero que muy a pecho. De banderas alemanas en el auto y colgando del balcón desde el primer día, camiseta reglamentaria para ver cada partido en el Rincón Alemán y nervios, aspavientos y comentarios ante cada enfrentamiento. Así que con la final no podía ser menos. Nos fuimos raudos al bar a seguir el partido rodeados por una multitud de argentinos. Pero amigos… ché, qué le vamos a hacer ¿viste? Götze metió el gol que nos dio el triunfo a último momento del tiempo extra y que dejó a los argentinos con ganas de vernos en los penaltis.
Por supuesto que yo gritaba de la emoción, me subía por las paredes, me colgaba de las lámparas, saltaba como canguro, me daba golpes de pecho como un gorila y hasta casi lloro de la dicha. Más rápida que corriendo me quite la camiseta azul pitufo del «Clan Schmitt» y seguí con la de Alemania hasta la hora cena, donde seguimos celebrando.
Pero fue después de cenar que comenzó la verdadera aventura del crucero de Disney, lo que hace la diferencia. Por los pasillos aparecían casi como turistas más los personajes de Disney, las Cenicienta, Tiana, Mickey, Pluto… vamos, la comparsa entera. Por ahí con los niños, hablándoles, agarrándolos de la mano, repartiendo abrazos y posando para las fotos (hecho para el cual en el parque de Disney tienes que hacer filas de una hora ¡como les contaré más adelante!) Peter Pan no sólo andaba por ahí sino que ¡jugaban con él! En una hora vieron más personajes de Disney de los que vimos en un día entero de patear Magic Kingdom días después, con la diferencia que estos ¡interactuaban con ellos!
La verdad que sólo eso es una experiencia increíble para los niños. Además hay un centro de juegos enorme donde se quedan solos y te dan un celular al que te llaman si tu hijo se quiere ir (aun así mis hijas no quisieron quedarse, creo que les daba un no-sé-qué por el inglés aunque habían teachers que hablaban español) y para los adolescentes había mil actividades en un lounge diseñado para ellos, ¡a Lina casi que no le vimos ni el pelo!
El primer día y ya se sentían dentro de Disney Junior. Y en este crucero de Disney sólo estábamos empezando…